Thursday, July 13, 2006

Enrique Lafourcade "Yo soy un gran mentiroso"





Por Claudia Farías

"Lafourcade dice -cantando el ay ay ay- no me puedo quejar". "Eso puede poner en su nota", dice Enrique Lafourcade cuando llegamos al final de esta entrevista y habla de su vida actual: "Yo tengo una vida muy apacible, por cierto. Terminé teniéndola, tengo una buena biblioteca, un barrio tranquilo, tengo gente amiga, muchos escritores también amigos, no me puedo quejar".
Raro escuchar algo así de quien ha sido conocido por el sarcasmo de sus declaraciones, el que, por lo menos en su visita a Concepción -y esto lo pueden corroborar quienes asistieron a la presentación del libro en el Chileno Norteamericano- cambió por humor, una pizca de ironía y hasta amabilidad.
Donde vuelve a su arraigada costumbre de despotricar es en el tema de la televisión chilena actual. "Yo he estado en una verdadera campaña contra la tontería, la bobería exaltada en la forma más perversa, mas estúpida, de los programas de televisión en los últimos dos a tres años especialmente. En este momento están todos los canales arrodillados frente a los productores de casas, calugas, autos, moledoras de no sé qué, en fin, las empresas, el comercio, y eso es una colocación espiritual muy penosa, muy triste, con exaltación de antivalores. En ese sentido creo que ha retrocedido y está en un momento de crisis, de pánico. No sé cómo van a salir de este problema, pero evidentemente la televisión chilena no puede estar orgullosa de los productos que está ofreciendo".
-¿Qué le parece la literatura chilena actual?
-Especialmente en la parte poesía me parece que hay un esplendor, hay ocho o diez que aparecen y están en función de la terrible felicidad que produce en un poeta crear versos espléndidos, hermosos. Chile es un país grosero, limitado, mimético, pero que se defiende con sus poetas. Son los poetas y no los políticos los que están haciendo crecer este país, son los artistas los que están haciendo crecer este país si es que se puede hablar de crecimiento, o los que le han dado una identidad, un rostro visible. En ese sentido convendría repensar la importancia que pueda tener el arte, las bellas artes en la educación de los chilenos.
-¿Qué libro está preparando ahora?
-Tengo dos archivadores con cuentos, unos 37, de los cuales 4 ó 5 son buenos, los demás son malos. Son sobre seres que son un cuento en sí mismos, por ejemplo la niñita que se iba al colegio en una balsita de plumavit. Ella misma es un cuento. A mi me gusta mucho escribir, me gusta viajar, mirar y poner por escrito. sobre todo mentir, soy un gran mentiroso, como todos los escritores. El artista es un mentiroso, especialmente en los libros, porque trabaja con una mentira, dice "está lloviendo terriblemente en los últimos dos días" y uno mira para afuera y hay un sol estupendo, ríe Lafourcade.

Rimbaud, el inesperado

En "El inesperado" Lafourcade relata el paso por Africa del poeta francés Arthur Rimbaud. "Aquí no lo conocen mucho -explica-, no lo enseñan. Es uno de los grandes poetas del mundo, es un hombre que inventa la nueva poesía, el que prepara las bases de la rebeldía espiritual de las artes, el adelantado del surrealismo".
Demostrando un fervor por la poesía -género literario que no practica-, el escritor continúa: "Rimbaud y Ducasse tenían una devoción fundamental que es la devoción de todo escritor químicamente puro expresada en una frase de Rimbaud "llegué a considerar sagrada la libertad de mi espíritu". Es decir, el ser humano tiene una unidad, dentro de esa unidad se ha instalo él y allí es libre de encontrar todas las libertades posibles o de someterse, ponerse en fila, obedecer las normas, los reglamentos, los valores. Entonces para Rimbaud tanto como para Ducasse, hallar un camino para que el espíritu actúe en total libertad, sin policía, sin jefes religiosos, sin leyes, sin hacer daño tampoco al prójimo, más bien intentando exaltar al ser humano como la gran maravilla de nuestro mundo, de nuestro tiempo. Por ahí sigue, y sigo, moviéndome".



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