Thursday, July 13, 2006

Patricio Manns: "Yo tengo a la muerte muy presente"



  • El escritor presentó el viernes en el Salón del Libro sus obras "Cantología" y "La vida privada de Emile Dubois". Aquí habló de música, literatura y de historias, sus historias.


Patricio Manns en Concepción se siente como en casa, aunque esté quedándose en un hotel. Natural de Nacimiento, vivió muchos años en Lota (ver recuadro) y ha vuelto muchas veces. Ahora vino a presentar dos nuevos libros en el Salón que hoy cierra sus puertas.
-¿Cantología es un poco la repetición del disco?
-No, Cantología es una recopilación de todos los textos que han sido grabados como canciones, por mí o por otra gente. Hay como 200. Ahí están Mercedes Sosa, Quilapayún, Inti-Illimani, yo mismo y otra gente, no hay posturas, son poemas.
-¿Hay alguno que sea su favorito?
-Cada vez que termino uno digo éste es el mejor, pero después me arrepiento.

El ojo y su mirar

-¿Pero mirando hacia atrás?
-La cordillera ("Arriba en la cordillera") es un título que no puedo negar porque me lanzó, llegó a todo el mundo, fue grabado en Argentina, en Uruguay, Brasil, ahora lo grabaron en Francia los Quila. La gente todavía lo pide cada vez que subo a un escenario. Hay otros muy bonitos que no son tanto como La Cordillera, son otra cosa: "Valdivia en la niebla", por ejemplo, que no son canciones, son baladas muy potentes sin ritmo, o "Elegía para la muchacha roja" que son décimas estrictas. Canto muchas de esas porque las considero mejores porque a medida que uno avanza en la vida, envejece, va aprendiendo más cosas. La cordillera en tanto a las técnicas es muy inferior a otras canciones mucho más complejas como Balada de los amantes que tiene como 400 cambios, acordes, semi acordes, que no lo habría podido hacer entonces y lo puedo hacer ahora, con el paso del tiempo.
-¿Cómo llegó a "La vida privada de Emile Dubois"? El no era un Robin Hood, ¿verdad?
-No era un asesino cualquiera, pero sí tenía mucho sentido social. Antes de llegar a Chile dirigió una huelga de bananeros en Ecuador, fue expulsado de allá. A fines del siglo 19 vino a Chile en el 1904. Después de investigar mucho queda la impresión de que él tenía en mente matar a esta gente, se habló de que tenía una libreta con nombres y los iba tachando. Mató siempre extranjeros que prestaban dinero y te mandaban a la cárcel. El tipo juega un poco con la cosa social, se mete en una huelga, mata a un paco, eso está en El Mercurio. Lanzamos el libro en el cementerio de Playa Ancha donde hay una glorieta de yeso llena de flores y velas prendidas a Emile Dubois y gracias, es una animita que lleva casi cien años, lo mataron en 1907. El dijo, según El Mercurio de Valparaíso, que iba a ser recordado eternamente.

Una sombra
que pasa

-¿Va a mantener este estilo de rebuscar en la historia?
-Claro, me interesa mucho eso, pero yo le meto ficción a la historia. Ahora acabo de terminar otra que se llama "El lento silbido de los sables" que es la historia de lo que fue la pacificación de La Araucanía, mataron a un millón de indios. Es una novela atroz. Otro libro es "Diversos instantes del reino", no es Chile, es una cosa rara. Estas dos novelas que están más o menos listas, una va a salir el próximo año. Viene una continuación de la Cantología porque sigo haciendo canciones. Estoy haciendo una cantata sobre volcanes que me encargó un músico peruano que vive en París. Estoy componiendo una especie de comedia musical, por decir algo, parecido a la Pérgola de las flores, por supuesto va a tener cosas sociales, pinchazos políticos para un lado y pal otro.
-¿Conserva en sus libros la temática de la muerte?
-Yo tengo a la muerte muy presente, creo que hasta la mía, he estado pensando mucho en como va a ser mi epitafio, pero no me satisface todavía. Además hay que dejar ciertas palabras para cuando uno está en las últimas. José Miguel Carrera a punto de ser fusilado sintió que su hermano sollozaba, tenía 19 años, y le dijo: no temas, la muerte es una sombra que pasa. Decir eso cuando te vai a morir...hay que tener cojones.

Ultima jornada

"Los libreros no quieren que cerremos", señaló uno de los productores del Segundo Salón del Libro que termina hoy. El programa contempla a partir de las 18 horas una lectura poética con Isabel Gómez que recorrerá a viva voz versos de su libro "Boca pálida", que escribió acerca de los detenidos-desaparecidos.
El broche de oro del cierre será con Pedro Lemebel que llegará a las 19 horas a la carpa ubicada en Barros Arana con Castellón para presentar y comentar su nuevo libro de crónicas "Adiós mariquita linda", que contiene una faceta más íntima de sus escritos.

Periodismo, Lota y el gas

Periodismo, Lota y el gas

Manns recuerda su época de penquista cuando trabajó en diario La Patria como jefe de redacción, después de trabajar en la radio Simón Bolívar. ¿Me echaron y tomé un tren de carga a Santiago. Tenía un hermano periodista en Santiago (que murió hace poco) y me presentó gente. Así llegué a la radio Balmaceda, luego Canal 9 que ahora es el 11. He pasado por todos los medios: prensa, radio y televisión".
-Y todas las secciones también, parece ¿hizo Deportes?
-Aquí yo jugaba en Lota y veía los partidos de adentro de la cancha Todos los días lunes las páginas centrales siempre llevaba el partido de Lota con alguien y, por supuesto, lo mejor era mi equipo.
-¿Vivió harto tiempo en Lota?.
-Sí, 8 años.
-Ahora nos calzó de nuevo "En Lota la noche es brava" con la explosión de gas grisú.
-Va a seguir siendo así porque nunca van a preocuparse tanto del gas.
Yo estuve trabajando como dos años en el pique El chiflón del diablo, era capataz, dirigía las cuadrillas abajo, antes de ser periodista. Fue una experiencia muy terrible además se pagaba muy poco y había que hacer doble turno para sacar algo de dinero.
-Generalmente en cada turno salía alguien herido.
-Había accidentes de todo tipo, no oías nada abajo porque el silencio chupa la voz, no sabías cuando venían los carros, nunca tenías que estar parado en las líneas porque caen carros de las maestras y no sabías cuando venían. Hace poco bajé y había mineros viejos que todavía se acordaban de mí.

Cantores que reflexionan

-Usted que fue de la Nueva canción chilena, que daba cuenta de la realidad actual ¿Ve algo de eso en la música actual. ¿Quién está cantando la protesta ahora?
-Yo nomás...
-¿Es un cambio en la sociedad que ya no necesita que estén sus artistas a la cabeza?
-Se necesita, siempre. Hay en toda la historia cantores que reflexionan, como decía Violeta, pero aquí la canción ahora está por el estatus, chupándole las manos a la Concertación, a la derecha, para estar en televisión, la guita fácil. Yo estaría solo en eso porque no me interesa estar en tv.
-¿Mantiene esa frase: Que el que esté libre de polvo y paja lance la primera botella?
-A mí se me acusa de muchas cosas, entre ellas de que chupo. Pero no solamente chupo, hago otras cosas, no soy un profesional del trago, me acostumbré en Francia como un acto social.

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