Thursday, July 13, 2006

Libros: El alto costo de atravesar Los Andes



  • Ejemplares argentinos vendidos en librerías chilenas son entre el doble y el triple más caros en nuestro país.
  • Altos costos de importación y más intermediarios serían algunas de las causas de esta diferencia.


Por Claudia Farías V.

Cuando se consulta en Chile por qué la gente no lee, una de las explicaciones más recurridas es que los libros nuevos son demasiado caros. Muchos acusan al IVA, otros dicen que los libros baratos o en oferta no son los más interesantes de leer pero, en definitiva, el tema precio está presente en la mayoría de las excusas.
Por el lado de la producción nacional, los libros impresos en Chile, la verdad es que no hay mucho que reclamar ya que se pueden encontrar títulos nuevos desde cinco o seis mil pesos hacia arriba y sin mayor variación entre una librería y otra.
Donde sí se puede hacer una comparación que resulta dolorosa para el bolsillo es en los libros traídos desde Argentina, donde la actividad editorial es más fuerte y hay más material para elegir. Allí se encuentran ejemplares impresos en ese país que en Chile cuestan entre dos y tres veces más caros.
Para muestra, tres botones: El libro "Historia de la mafia", de Giuseppe Carlo Marino, impreso en Buenos Aires por Javier Vergara Editores, cuesta en esa ciudad 6 mil pesos chilenos. En Chile vale 15 mil. Libros de la Editorial Circe -biografías de artistas- han sido encontrados en Argentina a mil 700 pesos chilenos y acá valen 10 mil. Pero el ejemplo más notorio es el libro "2666", de Roberto Bolaño, de Editorial Anagrama e impreso en Argentina, que en una librería de Buenos Aires cuesta alrededor de 13 mil pesos chilenos y en Concepción, Chile, se vende a 32 mil. De hecho en la librería electrónica www.boutiquedellibro.com.ar fue encontrado a 68 pesos argentinos, 12.830 pesos chilenos según el cambio actual de 1 a 188, el que enviado a Concepción sube a 17 mil pesos.


Las razones

Eduardo Castillo, presidente de la Cámara Chilena del Libro, señaló respecto a la diferencia con Argentina que "cuando vendes un libro impreso allá en Buenos Aires, lo único que hizo fue el viaje desde la bodega a la librería. Para traerlo a Chile, a Concepción, por ejemplo, tiene que viajar 1.500 kilómetros y en varios trayectos, porque no llega directamente de Buenos Aires a Concepción. Entonces ahí hay un costo en flete. También está el problema de que pasas de un país a otro, con una moneda que no es fija y que puede variar entre el momento que compras y el que pagas. A eso hay que sumarle los gastos de cobertura, los bancos cobran comisión por emitir un pago de un país a otro. También, ya en Chile, hay que pagar el IVA por adelantado en la aduana. Puede haber pérdidas por robo o estropeo, lo que agrega un costo adicional y se trata de un riesgo porque se importan pocos libros cada vez".
Castillo destacó que al traer libros desde otro país se agrega un elemento que no está cuando se edita en el mismo lugar, como es el distribuidor, es decir, la cadena queda compuesta por editor-distribuidor-librero, y cada uno debe tener un margen de ganancia.

Valoración

El presidente de la Cámara Chilena del Libro, Eduardo Castillo, asegura que la falta de lectura es un problema de valoración del público hacia los libros. "Que los libros son caros suele ser una excusa para no leer. Si le preguntas, la gente piensa que los libros son interesantes. Pero si preguntas si han comprado alguno te dicen que no, que son caros, pero no han ido a las librerías o a las ferias a ver lo que hay, porque si lo hacen se encuentran con que hay libros desde mil pesos. La gente dice que no ha podido leer, pero sí ha ido al estadio, al cine, ha comprado discos. Es un problema de valoración del libro", insistió.
Castillo agregó que "hay que tomar en cuenta que en Chile el 75% de los libros son importados de España, México, otros países de Latinoamérica e, incluso, de oriente. Cuando uno importa libros, aparte de los costos propios de importación, como los fletes, etcétera, hay que añadir el riesgo cambiario que se puede escapar de las previsiones. Además hay que considerar que Chile es uno de los países con IVA más alto en el mundo. Sin embargo, cuando se trata de libros chilenos bajan considerablemente los precios", aseguró.
"Se han hecho esfuerzos muy importantes en los últimos años para sacar libros de bolsillo y ediciones más baratas en Chile", aseguró el dirigente, quien señaló que generalmente los márgenes brutos de ganancia que aplica un librero van entre el 35 y el 40 por ciento. "A eso hay que descontarle los gastos generales, la comisión al vendedor, los descuentos por pago contado, el 2,5% que se debe pagar si el cliente cancela con tarjeta de crédito o débito, etcétera", finalizó.

"Me produce espanto"

Jorge Jiménez, representante en la región de la Cámara Chilena del Libro y dueño de la librería Estudio se mostró impresionado por la gran diferencia de precios entre Argentina y Chile.
-¿Qué le parece que libros editados en Argentina y traídos a Chile sean hasta tres veces más caros acá que allá?.
-Si usted me lo dice no dudo de su palabra. Lo que dudo es que algo tiene que haber en alguna parte del camino de la importación de esos libros que me hace sospechar que no puede ser, la diferencia es horrorosa, ni siquiera el doble. Habrá algo más caro, los fletes, qué se yo, pero esa diferencia que usted me dice es horrorosa. Me produce espanto si es que es así, hace tiempo que no voy a Buenos Aires, no tengo referencia. Me produce terror pensar que los importadores tengan que aplicar márgenes tan altos.
-¿O sea que no es el librero el que se está haciendo rico con esto?
-Si fuera tan bueno el negocio habría más librerías en el país. Hay menos. Eso significa que el librero no está ganando esa diferencia.
Jimenez, quien ofrece el libro "2666" a 32 mil pesos, mostró la factura de compra al distribuidor donde el precio de venta al público es de 27 mil pesos, sumándole el IVA se llega a los 32 mil pesos.


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